jueves, 17 de diciembre de 2015

jueves, 28 de abril de 2011

1º de mayo de 2.011
En esta celebración del primero de mayo, Día Internacional del Trabajo, los militantes cristianos que trabajan en la Pastoral Obrera de Burgos, nos sentimos cercanos a las alegrías y a las angustias de los trabajadores y trabajadoras, especialmente de quienes a causa de la pérdida o regulación de su empleo, o de soportar condiciones injustas en el trabajo, se ven imposibilitados de llevar una vida digna, llevándolos incluso a la pobreza.

En este año queremos seguir llamando la atención sobre la crisis económica del sistema financiero que estamos padeciendo, una crisis que también es moral, ética, humanitaria. Un escenario altamente corrosivo para el digno desarrollo de la vida que en Burgos afecta de más de 27.535 personas y sus familias, que no tienen trabajo. A finales de 2010 teníamos más de 1.300.000 hogares con todos sus componentes en paro. Mientras tanto, los bancos dejaron sin vivienda a más de 200.000 familias.

Las estadísticas nos hablan de que las medidas establecidas en la reforma laboral no están dando los resultados que se plantearon, sino que han supuesto un paso más en la vulnerabilidad que sufren las mujeres y los hombres del trabajo, especialmente los más empobrecidos. También vemos con preocupación la reforma del sistema de pensiones, que alarga la edad de jubilación y no favorece la creación de empleo para los más jóvenes, cuyo índice de paro supera el 42%. La celebración en nuestro país de la Jornada Mundial de la Juventud es una oportunidad para hacerse eco especialmente de esta realidad de los jóvenes. ¿Cómo alcanzarán las actuales los años de cotización?

Cuando está a punto de celebrarse el 30 aniversario de la publicación de la encíclica Laborem Exercens y celebramos la beatificación de Juan Pablo II, autor de dicha encíclica, queremos proclamar la plena vigencia de su apuesta por la dignidad del trabajador; de la obligada subordinación de la economía al desarrollo de la persona; y del respeto innegociable por toda persona, imagen de Dios, en cualquier escenario socioeconómico que se pueda dar. “Porque la Iglesia está vivamente comprometida en esta causa, porque la considera como su misión, su servicio, como verificación de su fidelidad a Cristo para poder ser verdaderamente la Iglesia de los pobres”.
“Y los pobres se encuentran bajo diversas formas, aparecen en diversos lugares y en diversos momentos; aparecen en muchos casos como resultado de la violación de la dignidad del trabajo humano: bien sea porque se limitan las posibilidades del trabajo – es decir, por la plaga del desempleo-bien porque se deprecian el trabajo y los derechos que fluyen del mismo, especialmente el derecho al justo salario, a la seguridad de la persona del trabajador y su familia”. (Laborem Exercens, 10).
Celebremos el 1º de mayo de 2011 con todos los trabajadores y sus organizaciones, y hagámoslo denunciando a los culpables de la crisis y de la pérdida de trabajo; a los que echan pesadas cargas sobre los más pobres; a los que hacen que muchas personas vivan con angustia, sin seguridad… Pero también, anunciando que hay esperanza si somos capaces de comenzar a pensar y vivir de otra manera, organizar y orientar el trabajo productivo para que colabore en la humanización de las personas, ya que el trabajo, por su tenencia o ausencia, sigue siendo la clave de la cuestión social.

Solidaridad con los trabajadores de EDM

COMUNICADO ANTE LA SITUACIÓN QUE ESTÁN VIVIENDO LOS Y LAS TRABAJADORES DE EDM ELECTRONICS, DE MANCHA REAL, ENCERRADOS EN LAS INSTALACIONES DE LA EMPRESA POR EL COBRO DE SUS NÓMINAS ATRASADAS Y POR LA SALIDA DIGNA.


Llevan encerrados desde el pasado día 18, lunes, los trabajadores en las instalaciones de la empresa, para reclamar el abono de ocho nóminas de atraso y por una salida digna y justa a su situación

Durante la mañana del 24 de Abril un grupo de militantes de la HOAC y miembros del Secretariado de Pastoral Obrera de la diócesis de Jaén hemos visitado a los trabajadores de EDM Electronics para conocer de primera mano sus preocupaciones e inquietudes por el futuro de sus puestos de trabajo, en total cerca de 70 trabajadores, de los que 52 tiene algún tipo de discapacidad.

EDM está constituido como Centro Especial de Empleo y recibe subvenciones de la administración autonómica y también incentivos a la contratación y exenciones fiscales y de pago a la seguridad social por contratar y mantener en el puesto de trabajo a personas con discapacidad.

Llevan encerrados desde el pasado día 18, lunes, los trabajadores en las instalaciones de la empresa, para reclamar el abono de ocho nóminas de atraso y por una salida digna y justa a su situación.

El problema se remonta a mediados del año 2010, en el momento en que esta empresa sale de un concurso de acreedores voluntario de una duración aproximada de 14 meses. Dentro de este periodo, los administradores que en ese momento gestionaban EDM, decidieron ante la falta de trabajo presentar un Expediente de Regulación de Empleo Temporal, de siete meses, que afectó sobre todo a los trabajadores de producción. Tras este periodo, se produce de nuevo otro ERTE ya que no había mejorado la situación ni laboral ni económicamente En la actualidad los trabajadores no tienen información suficiente de cómo va a concluir este proceso.

Se les adeuda la nómina de 8 meses y la situación de los trabajadores y sus familias cada vez es más dramática. Algunos han agotado las sus prestaciones y también se han agotado las del FOGASA. Nos encontramos con 40 familias rotas, que no reciben su salario desde hace 8 meses y que no tienen tampoco derecho a las prestaciones por desempleo. Y todo esto dentro de un colectivo, el de personas con discapacidad, que tiene mayores dificultades para encontrar empleo y ésta era una oportunidad única en una empresa con futuro, según ellos mismos manifiestan.

Exigen a la Junta de Andalucía que las subvenciones que reciba EDM vayan directamente para pagar los salarios que se les adeudan, ya que dichas subvenciones se encuentran actualmente paralizadas al no haber justificado adecuadamente la empresa las recibidas con anterioridad.

Desde la HOAC y la PO nos solidarizamos con los trabajadores encerrados y sus familias, víctimas de una gestión económica que pone la obtención del beneficio empresarial por delante de la dignidad de las personas que trabajan y nos comprometemos a dar a conocer esta situación con los medios que tenemos a nuestro alcance y trasladarla a Cáritas Diocesana y a las parroquias de la localidad de Mancha Real, a fin poner de manifiesto la solidaridad de la Iglesia con las víctimas de esta situación injusta.

“Los empresarios y los dirigentes no pueden tener en cuenta exclusivamente el objetivo económico de la empresa, los criterios de la eficiencia económica, las exigencias del cuidado del «capital» como conjunto de medios de producción: el respeto concreto de la dignidad humana de los trabajadores que laboran en la empresa, es también su deber preciso. Las personas constituyen « el patrimonio más valioso de la empresa » el factor decisivo de la producción” (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia 344)


Hermandad Obrera de Acción Católica –HOAC Jaén.

Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera. Jaén

CARTA PASTORAL DÍA 28 DE ABRIL Y 1º DE MAYO

OBISPO DE JAÉN
CARTA PASTORAL
Jaén, 10 de abril de 2011
Mi saludo cercano, con nuestro reconocimiento agradecido y en nombre de esta Iglesia Diocesana, al muy numeroso grupo de trabajadores y trabajadoras, con motivo del Día Internacional de la Seguridad y Salud laboral, próximo día 28 de abril, y del Día del Trabajo, 1 de mayo, San José Obrero.
La actividad laboral guarda una relación muy estrecha con la dignidad de la persona, que prevalece sobre el trabajo mismo. Es antes el ser que el tener, pero sin trabajo, una de las preocupantes lacras de nuestra sociedad, la persona no puede desarrollarse, se humilla y empobrece su ser. El cristiano vive y ama al mundo y se preocupa, como el primero, por estas realidades.
1. Los accidentes laborales son calificados por la Organización Internacional del Trabajo (O.I.T.) como “hecatombe del trabajo” en el mundo. Es errónea la mentalidad de que no hay mas remedio que asumir y aceptar las condiciones laborales que se impongan a los trabajadores, por exigencias de una economía competitiva de mercado. Nunca debe primarse el beneficio económico por encima del riesgo, de la salud y de la propia vida del trabajador.
En nuestra Diócesis de Jaén murieron ocho trabajadores el año pasado por accidentes laborales y, en este año, son ya otros tres los fallecidos. Estamos muy cerca de sus familias y compañeros, pero cada uno de ellos estremece que termine así su vida. Descansen en paz.
Su Santidad Benedicto XVI, el pasado día 26 de marzo, ante ocho mil peregrinos en la diócesis italiana de Termi, con motivo del XXX aniversario de la visita del Venerable Juan Pablo II al complejo siderúrgico de aquella localidad, dijo lo siguiente: «Quisiera recordar el grave problema de la seguridad en el trabajo... Hay que cumplir todos los esfuerzos para que se detenga la cadena de muertes y accidentes. Sin olvidar la precariedad del trabajo, en particular de los jóvenes. Ello es motivo de angustia para tantas familias... Estoy particularmente a vuestro lado y pongo en manos de Dios todas vuestras angustias .y preocupaciones, anhelando que en la lógica de la gratuidad y solidaridad, se puedan superar estos momentos, para que se asegura un trabajo seguro, digno y estable.”
Todos suscribimos y hacemos muy nuestras estas recientes y claras palabras del Papa.
2. Fiesta de San José Obrero, en el Día del Trabajo
Hace ya 56 años que instituyó esta Fiesta el Pontífice Pío XII, para destacar la importancia del trabajo y destacar la presencia de la Iglesia en el mundo del trabajo. Se pone como modelo al hombre justo y del silencio, San José, que sacó adelante a su familia como artesano ejemplar.
El trabajo es fundamento sobre el que se edifica la vida familiar y existe, sobre todo, en función de la familia. Estas dos esferas de valores se unen ordinariamente en la vocación natural de toda persona y, por ello, sus repercusiones mutuas para bien o para mal.
La Iglesia y, por tanto los cristianos, estamos muy convencidos de que el trabajo constituye una dimensión fundamental de nuestra existencia y que el sujeto propio del trabajo siguen siendo las personas, aunque también ayudadas cada vez más por los adelantos de la técnica.
El día precisamente en que será declarado Beato Su Santidad Juan Pablo II, le recordamos y agradecemos su profunda reflexión sobre el trabajo humano en la Encíclica que hizo pública, el 14 de septiembre de 1981 bajo el título “Laborem exercens”, en que escribía: «El trabajo esta’ en función del hombre y no el hombre en función del trabajo... De hecho, en fin de cuentas, la finalidad del trabajo, de cualquier trabajo realizado por el hombre... es siempre el mismo hombre.” (n. 6)
3. Animo a los miembros del Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera y a los numerosos cristianos que hacen del trabajo, no sólo una fuente de estabilidad personal y familiar, sino también de solidaridad, caridad y santificación personal, a participar y continuar la obra del Creador desde su vocación.
Nos preocupa profundamente a muchos el gravísimo problema del paro, también tan abundante en nuestra geografía diocesana. Deseamos vivamente que se ponga con urgencia en el centro de las políticas económicas la preocupación por crear puestos de trabajó para quienes sufren esta plaga y principalmente para los jóvenes.
Pidamos para que, junto a San José Obrero, el Beato Karol Wojtyla, Juan
Pablo II, trabajador que fue en una cantera siendo joven y que tanto defendió al hombre y al mundo del trabajo, “interceda por todos nosotros”.
Con mi saludo en el Señor.

+ Ramón del Hoyo López
Obispo de Jaén

lunes, 4 de abril de 2011

COMUNICADO DE LA HOAC: LA SINIESTRALIDAD LABORAL ES CUESTION DE JUSTICIA

Recientemente se han dado a conocer por parte de la Administración Andaluza los datos de la siniestralidad laboral en la provincia de Jaén referidos al año 2010. Los datos, siendo negativos, nos los quieren vender como positivos. Y es que la siniestralidad laboral no es mera estadísticas. La realidad es que aumentan los accidentes laborales graves y mortales.
La salud laboral es cuestión de Justicia. De condiciones y ambientes de trabajo adecuados, donde se pueda desarrollar la actividad profesional con dignidad. Los mal llamados “accidentes” de trabajo se pueden evitar. Podrían desaparecer si se exigiera a los empresarios las medidas preventivas marcadas por nuestras leyes y no pusieran los beneficios por encima de las personas.
Rara vez se hace mención a las causas que originan las muertes en el trabajo. ¿Como es posible que cables de alta tensión pasen por encima de un contenedor de pienso en la finca “El Huevo”, entre Jaén y Mancha Real, donde hace pocas fechas perdió la vida, electrocutado, un trabajador cuando descargaba pienso?
Las causas son estructurales. El sistema productivo actual, basado en la centralidad del mercado como regulador de la vida y las actividades económicas, relega a un papel subordinado a la “política”, de ahí que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (como herramienta política) no se cumpla por los empresarios, ni las Administraciones pongan su esfuerzos en erradicar esta lacra social, a pesar de los diversos programas de vigilancia que ponen en marcha y las declaraciones de principios de que queda mucho por hacer.

Los accidentes laborales no son fruto de la fatalidad o de la mala suerte, ni tampoco son consecuencia exclusiva de una actitud negligente del trabajador.
La crisis económica no puede servir para degradar más las condiciones de vida y trabajo del mundo obrero: excesivos horarios y ritmos de trabajo, la eventualidad y precariedad laboral, ausencia de medios de prevención…; ni tampoco justificar un empleo a cualquier precio, porque la vida de un solo trabajador vale más que todo el oro del mundo.
Si seguimos reflexionando sobre las causas y dando un breve recorrido por el mercado laboral, nos encontramos con que cada vez más trabajadores están sometidos a un deambular de empresa en empresa, de ciudad en ciudad, de puesto en puesto, mediante empleos precarios y contratos inestables. El ritmo de vida obliga a muchos trabajadores al pluriempleo, al trabajo sumergido, a las horas extras, a los destajos, a ritmos abusivos de producción…Todo esto conlleva cansancio, estrés, ansiedad agotamiento… y por consiguiente riesgo. Esta es la realidad en gran parte del mundo laboral.
La precariedad y la flexibilidad del trabajo suponen poner en juego la vida y la salud de quien lo realiza y el futuro de sus familias.

«Estamos frente a una realidad más amplia, que se puede considerar como una verdadera y auténtica estructura de pecado, caracterizada por la difusión de una cultura contraria a la solidaridad, que en muchos casos se configura como verdadera “cultura de muerte”. Esta estructura está activamente promovida por fuertes corrientes culturales, económicas y políticas portadoras de una concepción de la sociedad basada en la eficiencia»
(Encíclica Evangelium Vitae, nº 12)

Hermandad Obrera de Acción Catolica-HOAC-Jaén
Marzo de 2011.

lunes, 22 de marzo de 2010

COMUNICADO ANTE LA MUERTE DE UN TRABAJADOR EN JAÉN

EL TRABAJO ES PARA LA VIDA

“…el trabajo está en función del hombre y no el hombre en función del trabajo (…) se mide sobre todo con el metro de la dignidad del sujeto mismo del trabajo, o sea, de la persona, del hombre que lo realiza. (…) De hecho, en fin de cuentas, la finalidad del trabajo, de cualquier trabajo realizado por el hombre (…) es siempre el hombre mismo“(Encíclica Laborem Exercens, 6)

Volvió a suceder. Luis Gregorio Valencia, murió el pasado 18 de Marzo, electrocutado, cuando realizaba tareas de reparación de una grúa en una fábrica situada entre Linares y Jabalquinto. Era de Albacete, tenía 24 años. Otro compañero suyo, de 31 años, natural de Hornos, tuvo que ser trasladado a Sevilla al sufrir graves quemaduras.

Con esta muerte, son ya cuatro los obreros muertos en el tajo en nuestra provincia en lo que va de año. Este trágico accidente se suma al balance de casi una muerte cada dos días en nuestra Comunidad. Tres muertes laborales, diariamente, en este país que llamamos desarrollado.

Como trabajadoras y trabajadores, nos queremos unir al inmenso dolor de los familiares y allegados de Luis Gregrorio, ofreciéndoles nuestra más fraternal solidaridad, y al mismo tiempo, expresar la rabia y la impotencia que sentimos, como personas del Mundo Obrero y como cristianos, ante esta cruda realidad que tan a menudo nos está sacudiendo. Nos solidarizamos porque el Evangelio nos lleva a ello: a mostrar nuestra cercanía, nuestra compasión…, a tenerlos presentes siempre, en nuestras vidas, oraciones…
Nadie puede mantenerse impasible ante tanta desgracia injusta, y la mayoría de las veces, evitable. Creemos que mientras el trabajo humano esté sometido a la única lógica del máximo beneficio, mientras la productividad y la competitividad se logren a costa de degradar las condiciones laborales, los trabajadores y trabajadoras seguiremos pagando con nuestras vidas y salud la irracionalidad de este sistema de producción que padecemos. En el caso de Luis Gregorio, todo indica que la empresa CLEM no tenía la prevención de riesgos laborales integrada en la actividad que desarrollaba ni efectuó una evaluación de riesgos: de haberlos tenido no habría ocurrido este accidente. Esto es así porque se anteponen los criterios de eficacia y calidad, al preventivo.

La salud laboral es cuestión de Justicia. De condiciones y ambientes de trabajo adecuados, donde se pueda desarrollar la actividad profesional con dignidad. Los mal llamados “accidentes” de trabajo se pueden evitar. Podrían desaparecer si se adoptaran siempre las medidas preventivas marcadas por nuestras leyes. Si se profundizara en una cultura real del trabajo saludable.
Además, la crisis económica actual y las medidas que se pongan en marcha para afrontarla no pueden servir para degradar más las condiciones de vida y trabajo del mundo obrero. La precariedad y la flexibilidad del trabajo suponen poner en juego la vida y la salud de quien lo realiza y el futuro de sus familias. La lucha contra la crisis no puede justificar un empleo a cualquier precio, porque la vida de un solo trabajador vale más que todo el oro del mundo.

EL TRABAJO ES PARA LA VIDA: NI UN MUERTO MÁS

Hermandad Obrera de Acción Católica. Diócesis de Jaén.
Secretariado de Pastoral del Trabajo Diócesis de Jaén.
Jaén, Marzo de 2010.